Lo primero que nos planteamos a la hora de vender una propiedad es el precio que le podemos poner. No es aconsejable dejarse llevar por los precios de los vecinos, porque puede que sean demasiado altos, lo que dificulta la venta; o bajos, lo que nos hará perder dinero aunque el tiempo de venta sea muy corto.
El valor de un inmueble dependerá de muchas variables: su situación, los años de construcción, el estado general del edificio, la orientación y el estado de conservación o reformas de la vivienda.
Empecemos por el primero: la situación. Es importante tener en cuenta si la vivienda cuenta con servicios básicos cercanos, tales como transporte público, zonas comerciales y si la zona está en valor.
Otro factor a tener en cuenta es la superficie útil de la vivienda, el número de habitaciones y baños, la distribución y la calidad de los materiales, así como su conservación. Añade valor a la vivienda la altura del piso y si tiene orientación para procurar luz solar el máximo de horas del día. Además, desde la pandemia, se valora mucho que disponga de terraza o jardín en el caso de las casas o unifamiliares y los pisos bajos. Y la plaza de garaje se vuelve imprescindible cuando hablamos de viviendas en zonas del centro de la ciudad o en el casco histórico, donde es difícil encontrar estacionamiento. También el estado general y los espacios y servicios comunes del edificio influyen en el precio de la vivienda.
Uno de los aspectos más decisivos es la oferta y demanda de la zona, que marcarán el valor de la vivienda. Por eso es fundamental conocer el mercado de la localidad.
En City10 utilizamos fórmulas y datos específicos para determinar el precio de una vivienda; nuestra experiencia y análisis pueden proporcionarte un valor muy ajustado a la realidad del mercado en cada momento.
Es el punto de partida, y en City10, lo realizamos de forma gratuita y sin compromiso. Estamos a tu disposición para atenderte y asesorarte.
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